La campaña del presidente electo se caracterizó por una serie de ataques directos a la comunidad trans, incluyendo propuestas para prohibir los tratamientos de afirmación de género, bloquear fondos federales para la atención médica trans y sancionar a los maestros que reconozcan a los niños trans. Estas propuestas, que forman parte central de la plataforma del nuevo gobierno, han alimentado un sentimiento de miedo e incertidumbre en la comunidad trans.
El discurso del presidente electo, que ha desprestigiado a las personas trans y ha difundido información errónea, ha encontrado eco en una parte significativa del electorado. Anuncios de ataque que circularon durante la campaña, con mensajes sobre el uso de pronombres como "they/them" y los derechos de las personas trans en las prisiones federales, apuntaban a generar temor sobre los derechos de la comunidad trans, reforzando una narrativa de "peligro" y "debilidad" social.
La situación para la comunidad trans en muchos estados ya era tensa, con leyes locales que restringían el acceso a la atención médica, la posibilidad de usar baños que coincidan con su identidad de género y la actualización de documentos oficiales. Los activistas temen que estas restricciones se extiendan a nivel federal, especialmente con un Congreso que podría estar más alineado con las políticas conservadoras del presidente electo.
La victoria del candidato anti-LGBTQ+ ha generado una profunda sensación de desesperación en la comunidad trans. "Estamos en un momento muy peligroso", afirma Erin Reed, activista trans y periodista, quien ha observado un aumento en la demanda de servicios de apoyo psicológico debido al estrés generado por los recientes eventos.
En medio de este ambiente incierto, organizaciones como The Trevor Project continúan brindando apoyo vital a los jóvenes LGBTQ+ que luchan contra pensamientos suicidas y emociones extremas. "Estamos aquí para ustedes", asegura Jaymes Black, CEO de la organización, haciendo un llamado a la esperanza y la perseverancia frente a la adversidad.
Líderes dentro de la comunidad trans, como Honey Mahogany, abogan por una solidaridad más profunda entre todos los sectores sociales. "Necesitamos acción colectiva más allá de las promesas verbales", enfatiza Mahogany, instando a la creación de espacios seguros y un compromiso genuino para defender los derechos de las personas trans.