Drones, perros entrenados, equipos de rastreo, la tecnología y la dedicación humana se combinaron en un esfuerzo por encontrar a Joshua.
La familia del pequeño, con el corazón en la garganta, no perdió la esperanza por un solo instante. Su fe en que Joshua regresaría a casa sanos y salvos los mantuvo luchando junto a las autoridades. La búsqueda, un reflejo de la esperanza y la unión de la comunidad, se prolongó por días, y los esfuerzos se intensificaron con cada hora que pasaba.
Sin embargo, el martes, la esperanza se desvaneció. La Oficina del Sheriff del Condado de Coos confirmó la noticia que nadie esperaba: Joshua había sido encontrado sin vida.
La noticia cayó como un balde de agua fría sobre la comunidad, que se había volcado en apoyo a la familia. Las circunstancias que rodearon la muerte de Joshua aún se están investigando, y la familia ha pedido privacidad en este momento tan difícil.