Un silencio sepulcral se apoderó de la cuadra 3700 de Stalcup Road en Fort Worth. La noche del jueves, a eso de las 8 pm., la tranquilidad del vecindario se vio interrumpida por un crujido de llantas y el golpe seco de un cuerpo contra el asfalto. Un accidente que marcaría para siempre la vida de la familia Rogers.
El pequeño Apollo, de tan solo 12 años, cruzaba la calle frente al parque William McDonald, un lugar que seguramente atesoraba con juegos infantiles y tardes de risas, cuando un vehículo lo impactó brutalmente. El conductor, sin mostrar remordimiento, se dio a la fuga, dejando al niño tendido en el asfalto.
Según el reporte policial, el vehículo responsable del atropello podría ser una camioneta. Apollo fue trasladado de urgencia al hospital, pero las lesiones que sufrió eran incompatibles con la vida. El médico forense del condado de Tarrant confirmó posteriormente la triste noticia: Apollo Rogers había muerto.
La tragedia conmocionó a la comunidad de Fort Worth. Los recuerdos de Apollo, un niño que se caracterizaba por su alegría y entusiasmo, se mezclaban con la impotencia ante la cobardía del conductor que se dio a la fuga.
Las autoridades de Fort Worth, con la esperanza de encontrar justicia para Apollo, han solicitado la colaboración ciudadana para dar con el responsable. Cualquier persona que tenga información sobre el accidente o el conductor involucrado, se ruega que contacte al Departamento de Policía de Fort Worth.