En un incidente que ha dejado a muchos en estado de shock, un hombre se encontró en una situación de vida o muerte en una rampa de entrada a la autopista Katy. Este suceso, capturado por una cámara de tablero que el protagonista había instalado recientemente, revela la escalofriante realidad de la violencia en las carreteras.
José, quien ha solicitado mantener su identidad en el anonimato, compartió su experiencia tras visitar la tumba de su primo fallecido. Al salir de un estacionamiento, un altercado con otro conductor desató una serie de eventos que rápidamente se tornaron peligrosos. “Estaba delante de mí y yo lo esquivé”, relató José, quien no imaginaba que este pequeño incidente provocaría la ira del otro conductor.
El conflicto escaló cuando el hombre comenzó a seguir a José hasta la carretera que conduce a la autopista. En un momento crítico, la cámara de tablero de José captó cómo el otro vehículo se interponía en su camino, obligándolo a frenar abruptamente. “Está frenando pero al mismo tiempo actúa como si estuviera acelerando”, explicó José, quien terminó chocando la parte trasera del auto del agresor.
Lo que sucedió a continuación fue aún más alarmante. El otro conductor salió de su vehículo con una pistola en la mano, acercándose a la ventana de José. “Cuando escuché el arma en mi ventana, pensé: 'Oh, sí, es un arma real'”, recordó. En un acto de desesperación, José aceleró, logrando maniobrar su auto y evitar un desenlace fatal, aunque no sin escuchar los disparos que el agresor realizó en su dirección.
“Tenemos suerte de que nadie haya muerto ni haya resultado herido en este caso”, comentó el abogado Spencer Welch, quien representa a José en su búsqueda de justicia. Ambos hombres llamaron a las autoridades, lo que llevó a la detención de Miguel Grosso-Hernández, quien enfrenta cargos de agresión agravada.
José reflexionó sobre la importancia de su cámara de tablero, afirmando que “salvó mi libertad porque fue su palabra contra la mía”. Tras pagar una fianza de $30,000, Grosso-Hernández fue liberado y deberá presentarse ante el tribunal el 17 de enero. A pesar de la tensión del momento, José expresó su deseo de que el agresor reciba la ayuda que necesita, mostrando una sorprendente empatía en medio de la adversidad.