En un trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad de transporte público en Los Ángeles, una operadora de autobús se ha convertido en víctima de un ataque violento que la ha dejado con heridas graves. Este incidente, que ocurrió el 16 de noviembre, ha puesto de manifiesto la creciente preocupación por la seguridad de los trabajadores en el sector.
La operadora, Demetra Kimble, se encontraba en su descanso cuando su exnovio, Dorian Holt, irrumpió en su vida de manera inesperada. A las 7:30 a.m., mientras Kimble estacionaba su autobús en una parada de Hollywood Boulevard y Vermont Avenue, Holt abrió fuego, hiriéndola en la mandíbula, la mano y las nalgas. Este ataque, que se desarrolló en un momento de aparente tranquilidad, dejó a Kimble en estado crítico y la llevó a un hospital cercano.
Según informes, Holt, de 45 años, se dio a la fuga tras el tiroteo. Las autoridades han descrito al sospechoso como un hombre que vestía una sudadera negra, pantalones oscuros y una gorra de béisbol negra con el logo de los LA Dodgers. La incertidumbre sobre su captura ha generado un clima de temor entre los colegas de Kimble, quienes han expresado su apoyo incondicional.
Los familiares de Kimble han compartido detalles sobre su relación con Holt, sugiriendo que había antecedentes de violencia. Su sobrino, Marcus McKinney, comentó: “Creo que para ella las cosas llegaron a un punto en el que se habían ido intensificando y llegó un momento en el que sintió que no tenía por qué estar en esa situación”. Esta declaración resalta la complejidad de las dinámicas de relaciones abusivas y la dificultad de escapar de ellas.
A pesar de la adversidad, Kimble ha recibido un fuerte respaldo de sus compañeros y de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. Sin embargo, la prioridad sigue siendo la captura de Holt, quien permanece prófugo. McKinney enfatizó la necesidad de justicia, afirmando: “Desafortunadamente, él básicamente le disparó a quemarropa. Nunca queremos ver que algo así suceda”.
En la actualidad, Kimble se encuentra en proceso de recuperación, aunque su capacidad para comunicarse se ha visto afectada debido a sus heridas. Utiliza lápiz y papel para expresar sus pensamientos, lo que refleja la gravedad de su situación y la lucha que enfrenta en su camino hacia la sanación.