Newsom, en un comunicado oficial, subrayó la importancia de permitir que el recién electo fiscal, Hochman, asuma su cargo antes de que se tomen decisiones sobre la clemencia. “Los votantes han depositado su confianza en el nuevo fiscal para asumir esta responsabilidad”, afirmó el gobernador, dejando claro que el futuro de Lyle y Erik Menéndez dependerá de la dirección que tome la nueva administración.
El actual fiscal, George Gascón, había manifestado su apoyo a los hermanos Menéndez en su búsqueda de clemencia, lo que añade una capa de complejidad a la situación. Hochman, un exfiscal federal, se prepara para asumir el cargo el 2 de diciembre, lo que podría marcar un cambio significativo en la estrategia legal de los Menéndez.
Los hermanos, que cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, han mantenido que sus acciones fueron en defensa propia, alegando años de abuso físico y sexual por parte de su padre. Este argumento ha sido un punto central en su defensa desde el inicio del juicio.
Con la atención del público y los medios centrada en este caso emblemático, la decisión del gobernador de esperar podría influir en el desenlace de una historia que ha resonado en la sociedad estadounidense. La próxima administración del fiscal de distrito tendrá la tarea de evaluar no solo los hechos del caso, sino también el contexto emocional y social que lo rodea.