En un contexto donde la justicia y la dignidad humana son temas de constante debate, una organización católica ha alzado la voz para solicitar una acción decisiva del presidente de Estados Unidos. La Catholic Mobilizing Network (CMN) ha hecho un llamado a Joe Biden para que considere la conmutación de penas de muerte de 40 reclusos que actualmente se encuentran en el corredor de la muerte federal.
La Directora Ejecutiva de la CMN, Krisanne Vaillancourt Murphy, enfatizó la importancia de este momento, recordando que el presidente, como católico, tiene la responsabilidad de aplicar los principios de la Iglesia en su toma de decisiones. “Este es un momento crítico en el que el presidente puede ejercer su poder constitucional para salvar vidas”, afirmó Murphy.
La postura de la Iglesia Católica es clara: la pena de muerte es un atentado contra la dignidad humana, independientemente de la gravedad del delito. En 2018, el Papa Francisco modificó el Catecismo para reflejar esta posición, subrayando la necesidad de proteger la vida humana y abogar por la abolición de la pena capital.
En 2021, Biden había impuesto una moratoria temporal a las ejecuciones federales, aunque su sucesor, Donald Trump, había prometido revertir esta medida. La urgencia de la situación se intensifica, ya que el final del mandato de Biden coincide con el inicio del Jubileo de la Esperanza 2025, un año que se dedicará a la liberación de los cautivos y a la justicia social, conceptos que resuenan profundamente en la fe católica.
La vocera de la CMN subrayó que esta es una oportunidad única para que Biden, guiado por su fe, tome una decisión que no solo impactaría a la nación, sino que también enviaría un mensaje de esperanza a nivel global. En este contexto, el Papa Francisco ha reiterado su llamado a la abolición de la pena de muerte, considerándola “inadmisible” dentro de la fe cristiana.