Esta medida se enmarca dentro de un plan más amplio que contempla deportaciones masivas programadas para iniciar en enero de 2025.
La propuesta fue formalizada en una carta de Dawn Buckingham, representante de la Oficina General de Tierras de Texas, quien manifestó su disposición a colaborar con las agencias encargadas de llevar a cabo estas operaciones. En su misiva, Buckingham subrayó que se permitirá la construcción de instalaciones destinadas al procesamiento, detención y coordinación de lo que se prevé como la mayor deportación de criminales violentos en la historia de Estados Unidos.
Este rancho, adquirido en octubre de 2024, se convirtió en un punto de interés tras la negativa del anterior propietario a permitir la construcción del muro fronterizo. Según Buckingham, la presión del gobierno estatal llevó a la venta de la propiedad, que ahora se considera clave para la implementación de las nuevas políticas migratorias. “Recientemente adquirimos este rancho de 1,402 acres en la frontera, cerca de la ciudad de Río Grande”, indicó Buckingham, añadiendo que, tras la compra, se autorizó la construcción de una sección del muro fronterizo.
La carta, dirigida al presidente electo Donald Trump, no ha recibido respuesta por parte de su equipo de transición. Buckingham también destacó la necesidad de contar con instalaciones adecuadas para el procesamiento de inmigrantes, mencionando que el terreno tiene acceso a aeropuertos internacionales, lo que facilitaría las operaciones.
En este contexto, Tom Homan ha sido designado como el “zar de la frontera”, quien será responsable de coordinar el plan de deportaciones masivas en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Este desarrollo marca un nuevo capítulo en la política migratoria de Estados Unidos, con implicaciones que podrían resonar en diversas comunidades a lo largo del país.