En una entrevista con Fox News, John Kevin Stitt anunció que colaborará activamente con la administración de Donald Trump para implementar medidas de deportación masiva de inmigrantes. Según el gobernador, esta acción forma parte de un compromiso con la seguridad pública, al considerar que los inmigrantes en situación irregular que han cometido delitos representan una amenaza para los ciudadanos de Oklahoma.
Se estima que alrededor de 500 reclusos en el estado podrían ser los primeros en ser repatriados como parte de este programa. Stitt detalló que ya ha dado instrucciones a su comisionado de seguridad pública para iniciar los preparativos para las deportaciones, con el objetivo de estar listos desde el primer día del mandato de Trump.
El gobernador subrayó que, aunque el desafío es significativo, su administración tiene la intención de abordar lo que considera una tarea pendiente de la administración del presidente demócrata Joe Biden, a quien acusó de no haber cumplido con la seguridad fronteriza. "Queremos proteger a los ciudadanos de Oklahoma y estar preparados para sacarlos de nuestro estado y de nuestro país antes de que se produzca otro problema", afirmó.
Stitt explicó que, en su opinión, la prioridad debería ser la deportación de aquellos inmigrantes involucrados en actividades criminales. En este sentido, ve la política de deportaciones de Trump como una medida para asegurar la frontera y reducir la presencia de inmigrantes ilegales en el país.
El enfoque inicial será sobre aquellos que han cometido delitos, alineándose con la postura de Trump de priorizar a los delincuentes extranjeros. Una vez que se logre asegurar la frontera, se podrá hacer una revisión más amplia de las políticas de inmigración, incluida la emisión de visas de trabajo.
Stitt propuso un sistema que favorezca a aquellos inmigrantes que buscan integrarse legalmente al mercado laboral y contribuir a la economía de Estados Unidos. Además, el gobernador mencionó que la implementación de estas políticas traerá beneficios al pueblo estadounidense, especialmente en términos de empleo.
Según Stitt, al reducir la presencia de inmigrantes ilegales en el país, se abrirán más oportunidades laborales para los estadounidenses. En su opinión, este enfoque también podría facilitar la integración de aquellos inmigrantes que buscan trabajar legalmente en el país, especialmente en sectores donde hay escasez de mano de obra.