La relación entre dos personas puede ser compleja y llena de matices. A veces, las decisiones que tomamos en nuestra vida personal pueden tener consecuencias legales. En Nueva York, una ley que había estado vigente desde 1907 ha sido derogada, lo que significa que engañar a su cónyuge ya no es un delito.
La gobernadora Kathy Hochul firmó un proyecto de ley que elimina el estatuto que consideraba el adulterio como un delito menor. "Aunque he tenido la suerte de compartir una vida matrimonial llena de amor con mi marido durante 40 años, sé que las personas suelen tener relaciones complejas", afirmó. La ley se consideraba anticuada y difícil de aplicar, y su derogación es un paso hacia la modernización del sistema de justicia penal.
La prohibición del adulterio se promulgó originalmente para dificultar el divorcio en una época en la que demostrar la infidelidad era la única forma de lograr una separación legal. Sin embargo, en la práctica, la ley se utilizó muy poco y las condenas fueron aún más raras. Según el asambleísta estatal Charles Lavine, patrocinador del proyecto de ley, alrededor de una docena de personas han sido acusadas bajo la ley desde la década de 1970, y solo cinco de esos casos resultaron en condenas.
La ley estatal define el adulterio como "cuando una persona tiene relaciones sexuales con otra persona en un momento en que tiene un cónyuge vivo, o la otra persona tiene un cónyuge vivo". Aunque la ley se utilizó por última vez en 2010, su derogación es un paso importante hacia la modernización del sistema de justicia penal.
La derogación de la ley sobre el adulterio en Nueva York es un ejemplo de cómo las leyes pueden cambiar para reflejar la sociedad actual. Algunos estados también han tomado medidas para derogar sus leyes sobre el adulterio en los últimos años. La decisión de derogar la ley es un paso hacia la modernización del sistema de justicia penal y la protección de los derechos individuales.