Entre los nombramientos más destacados se encuentra Scott Bessent como secretario del Tesoro, un veterano de Wall Street y gran donante de la campaña de Donald Trump. Bessent es descrito por el presidente como un aliado clave para impulsar la competitividad de Estados Unidos. Además, hará historia como el primer miembro abiertamente gay en ocupar una secretaría en un gabinete republicano.
La selección de Chris Wright, un magnate petrolero, como secretario de Energía, refuerza la postura proempresarial del presidente electo. El gabinete de Trump se caracteriza por ser un grupo de personas leales, muchas de las cuales ya trabajaron en su primer mandato. Por ejemplo, Brooke Rollins, quien fue nominada para dirigir el Departamento de Agricultura (USDA), tiene una larga trayectoria con Trump.
Entre otros miembros destacados se encuentran Pam Bondi, exfiscal de Florida, seleccionada para el cargo de fiscal general; Marco Rubio, senador que será el nuevo secretario de Estado; y Lori Chávez-DeRemer, congresista que asumirá el cargo de secretaria de Trabajo. El gabinete también cuenta con la presencia de varios gobernadores republicanos, como Doug Burgum y Kristi Noem.
La mayoría de los nominados deberán ser confirmados por un Senado controlado por los republicanos a partir de enero de 2025, lo que podría facilitar el proceso de ratificación de estos cargos. Con esta selección de figuras políticas y empresariales, Trump ha logrado conformar un gabinete que refleja su enfoque en la lealtad y la diversidad ideológica dentro de su círculo cercano.