Esto ha generado un gran interés en la prensa y entre los seguidores del deportista.
En un caso civil de agresión sexual, un tribunal irlandés lo encontró responsable y lo declaró culpable de violar y agredir sexualmente a una mujer, Nikita Hand, mientras ella se encontraba intoxicada en diciembre de 2018. Conor McGregor utilizó su cuenta de X para expresar su arrepentimiento y aseguró que su comportamiento en esa noche fue un error. "Seis años atrás, no debí haber respondido a sus mensajes. Debí haber terminado la fiesta", escribió el peleador, refiriéndose a la interacción con Hand.
McGregor afirmó que todo lo que sucedió esa noche fue consensuado, y que los testigos presentes en el incidente juraron bajo juramento que la relación fue de mutuo acuerdo. Sin embargo, el tribunal dictaminó que las pruebas presentadas por la víctima y otros testigos fueron suficientes para determinar su culpabilidad. El fallo en el juicio civil obligó a McGregor a pagar una indemnización de casi 250,000 euros (aproximadamente 257,000 dólares) a Hand.
McGregor expresó su decepción por la sentencia y la cantidad otorgada como compensación. "Estoy decepcionado de que el jurado no haya escuchado toda la evidencia que la Fiscalía revisó", indicó, y añadió que planea apelar para que se reevalúe el caso. La pareja de McGregor, Dee Devlin, ha sido un pilar en su vida personal y profesional. Ambos se conocieron en 2008 en un club nocturno de Dublín, donde Devlin trabajaba en ese momento.
La situación judicial de McGregor ha causado una gran atención mediática, especialmente debido a su estatus como figura pública y deportista de alto perfil. En su publicación, el luchador agradeció a sus familiares, amigos y seguidores por el apoyo constante durante este proceso difícil. No obstante, también reafirmó su intención de seguir adelante con su vida y su carrera, al tiempo que se mantiene enfocado en su futuro.
La víctima, Nikita Hand, también habló tras el veredicto, destacando el respaldo que ha recibido durante el juicio. En declaraciones a la prensa, Hand instó a otras víctimas de agresión sexual a alzar su voz y luchar por justicia, independientemente del miedo que puedan sentir. "Mi historia es un recordatorio de que, no importa cuánto miedo tengas, habla", comentó Hand, enfatizando la importancia de la solidaridad y el apoyo en casos de violencia sexual.