El escenario era complicado desde el inicio: sin Lamar Jackson y otras figuras clave, el equipo pareció desarmado desde el primer snap.
Los números no mienten: 44-10 no solo refleja la peor derrota en casa de la franquicia, sino una noche donde nada funcionó. Con solo tres jugadores participando en todas las jugadas defensivas —todos novatos—, la falta de experiencia pesó más que cualquier discurso motivacional. Malaki Starks (primera ronda), Teddye Buchanan (cuarta ronda) y Reuben Lowery III (no reclutado) cargaron con una responsabilidad desproporcionada para sus carreras.
- El hueco de las estrellas: Reemplazar a Roquan Smith o Kyle Hamilton con jugadores sin rodaje demostró ser una apuesta fallida. Ni Mike Green (segunda ronda) ni Keyon Martin (no reclutado) lograron contener el desborde.
- Ofensiva invisible: Con apenas 40 jugadas, Baltimore registró su peor marca histórica. Sin Jackson, el ritmo colapsó.
- La luz al final: Zay Flowers, con 377 yardas en la temporada, es de los pocos que mantiene un rendimiento ascendente.
Mientras el equipo espera por el regreso de Jackson —sin fecha clara aún—, el partido contra
Los Angeles Rams se perfila como otro examen doloroso. La prioridad ahora es llegar vivos a la semana de descanso, donde quizá puedan resetear una campaña que se les escapa de las manos. El mensaje es claro: no es cuestión de coraje, sino de piezas que simplemente no encajan... por ahora.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest