El centro de la controversia: la salud del Presidente Biden. No se trata de especulaciones sin fundamento, sino de una disculpa pública, nada menos que de Chris Cillizza, ex-editor de CNN, quien reconoció públicamente una omisión en su cobertura periodística.
Cillizza, en un video publicado en su canal de YouTube, admitió que durante su tiempo en CNN, debería haber presionado más por obtener información sobre el bienestar mental y físico de Joe Biden, y sobre cualquier signo de deterioro
.
Según Cillizza, los republicanos lo "presionaban regularmente" para que abordara las señales evidentes del deterioro del presidente de 82 años. Él mismo relata cómo los desestimaba
, argumentando la falta de "evidencia" concreta, a pesar de los numerosos tropiezos verbales, físicos y momentos de aparente confusión pública del presidente.
Este mea culpa coincide con la publicación de un reportaje impactante en el Wall Street Journal. Este artículo detalla cómo el equipo de Biden manejaba cuidadosamente su agenda presidencial para ocultar el alcance de su declive relacionado con la edad. Se mencionan reuniones con altos funcionarios de seguridad nacional que se reprogramaban o cancelaban debido a que el presidente tenía días buenos y días malos
.
El reporte del Journal también revela que los legisladores tenían un contacto limitado con Biden, quien se encontraba en gran medida aislado por su leal equipo. Cillizza explica que aceptó la postura de la Casa Blanca de que Biden estaba bien, y que se sintió inhibido por el temor a ser acusado de discriminación por edad
.
Cillizza admite: Siendo honesto, aunque planteé la cuestión de vez en cuando... no presioné realmente.
Ahora, fuera de CNN y con una perspectiva diferente, reconoce las implicaciones de su silencio anterior. Su declaración no termina ahí; el ex-analista menciona una serie de eventos relevantes, incluyendo un debate que, en retrospectiva, muestra claramente el declive del Presidente.
La reacción a la confesión de Cillizza no se ha hecho esperar. Meghan McCain, por ejemplo, lo criticó duramente, recordando su enfoque en la edad del senador John McCain durante su campaña presidencial.
La situación genera interrogantes sobre el rol de los medios en la cobertura de figuras políticas de alto perfil, la transparencia en la información presidencial y el equilibrio entre el periodismo riguroso y la ética periodística.