A eso de las 10:50 horas (9:50 GMT), un cortocircuito en el sistema de alimentación de los ascensores, específicamente entre la cúspide y la segunda planta, activó la alarma de incendio. La Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE) confirmó el incidente en un comunicado, asegurando que la evacuación de los turistas se realizó siguiendo los procedimientos de seguridad establecidos. Se estima que alrededor de 1.000 visitantes fueron evacuados, según reportes del Daily Mail.
La SETE enfatizó que en ningún momento los turistas corrieron peligro. Equipos de mantenimiento eléctrico, junto con bomberos, trabajan para determinar la causa del fallo. Un portavoz oficial aseguró que se llevarán a cabo investigaciones exhaustivas para “identificar el origen de este incidente” y que la reapertura de la torre se realizaría de manera gradual a lo largo del día.
Curiosamente, este incidente recuerda otro evento reciente: una evacuación en agosto, a pocas horas de la clausura de los Juegos Olímpicos. En esa ocasión, la causa fue la presencia de un escalador no autorizado. La policía parisina intervino, deteniendo al individuo que escaló la estructura de 330 metros de altura, sin camisa y aparentemente, cerca de los anillos olímpicos en la segunda sección. Un funcionario policial, bajo condición de anonimato, confirmó la detención a The Associated Press, mencionando que se encuentra en curso una investigación sobre este incidente separado.
Este nuevo suceso, aunque menor en comparación con la presencia de un escalador en la estructura, subraya la importancia de los sistemas de seguridad y la eficiencia de los protocolos de evacuación en un monumento que recibe aproximadamente 7 millones de visitantes al año. La torre, con su segundo piso ubicado a 115 metros de altura, fue reabriendo sus puertas paulatinamente durante el día.