El foco de atención se centra en Yemen, donde se han registrado ataques a gran escala. Según reportes, el Ejército de Israel confirmó acciones militares contra diversos objetivos vinculados al movimiento hutí, incluyendo el aeropuerto internacional de Saná, y los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib. Estos ataques, según la información oficial israelí, también impactaron las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, causando daños considerables a la infraestructura yemení.
"Los ataques alcanzaron las centrales eléctricas yemeníes de Hezyaz y Ras Kanatib, así como infraestructuras militares en los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib," afirmó el Ejército israelí en un comunicado. La falta de una respuesta inmediata por parte de los hutíes genera aún más incertidumbre sobre la situación.
El incidente adquiere una dimensión aún más crítica considerando la presencia del director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el aeropuerto de Saná al momento del ataque. Aunque el Dr. Ghebreyesus informó estar "sano y salvo", mencionó que un miembro de su equipo resultó herido, destacando la gravedad de la situación y el riesgo para la población civil.
La situación se complica aún más al considerar las implicaciones geopolíticas. Más de un año de ataques hutíes han afectado gravemente las rutas marítimas internacionales, incrementando costos y generando temores de inflación global. Ante esto, Israel ha solicitado a sus embajadas en Europa que impulsen la designación de los hutíes como organización terrorista.
Para empeorar las cosas, el incidente del sábado pasado, donde un misil proveniente de Yemen cayó en la zona de Tel Aviv-Jaffa, hiriendo a 14 personas, pone de manifiesto la escalada de la violencia. La incapacidad de interceptar el misil resalta la vulnerabilidad de la región.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el lunes para discutir los recientes acontecimientos. La reunión, solicitada por el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, sugiere una creciente preocupación internacional por la inestabilidad en la región y la posibilidad de una escalada mayor del conflicto.
La información disponible hasta el momento indica la complejidad de la situación y la necesidad de una respuesta coordinada de la comunidad internacional para evitar una mayor escalada del conflicto y sus devastadoras consecuencias.