En medio de este complejo panorama, Tom Homan, exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante el gobierno de Donald Trump, y conocido como el "zar de la frontera", ha anunciado planes que prometen generar una considerable controversia. Según declaraciones recientes al Washington Post, la administración entrante planea reimplementar la detención de familias migrantes, incluyendo a menores, en centros provisionales, similares a campamentos.
Homan justifica esta medida afirmando que "el problema es el siguiente: usted sabía que estaba en el país de manera ilegal y decidió tener un hijo. Así que fue usted quien puso a su familia en esa posición". Esta declaración, sin duda, ignora las complejidades de la migración y las circunstancias que llevan a las familias a tomar decisiones tan difíciles.
La estrategia, según Homan, contempla la construcción de nuevas instalaciones para albergar a estas familias. El número de camas, asegura, “dependerá de lo que indiquen los datos”. Esto implica una posible expansión significativa de la infraestructura de detención migratoria, un aspecto que seguramente generará preocupaciones sobre los derechos humanos y la capacidad del sistema para manejar un aumento en el número de detenidos.
Cabe destacar que el Gobierno de Biden cerró en 2021 los centros de detención familiar que operaban en Estados Unidos, con cerca de 3.000 camas. La reapertura de estas instalaciones o la creación de nuevas, significaría un cambio radical en la política migratoria del país.
Además, Homan descartó el uso del ejército en las operaciones de detención, asegurando que el ICE llevará a cabo las acciones de una manera “humana”. Sin embargo, la historia reciente de las políticas migratorias de Estados Unidos muestra una realidad mucho más compleja, con antecedentes de controversias y acusaciones de violaciones a los derechos humanos.
En un contexto electoral polarizado, las declaraciones de Homan ponen de manifiesto la intención de revertir las políticas migratorias implementadas durante el gobierno de Biden, prometiendo una "operación de deportación más grande que este país haya visto jamás". La implementación de estas medidas y sus consecuencias, quedarán por verse.