El tema central gira en torno a las posibles deportaciones masivas desde Estados Unidos, un panorama que proyecta un aumento significativo en el flujo migratorio hacia México en el 2025. Esta situación, anticipada por analistas y medios internacionales, ha generado preocupación en diferentes sectores de la sociedad mexicana.
Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, ha alzado la voz ante este escenario. Según Moreno, la reducción del presupuesto asignado al Instituto Nacional de Migración (INM) exacerba la crisis. En sus palabras: “Municipios como Tijuana, Ciudad Juárez, Reynosa y Tapachula enfrentan esta crisis sin recursos ni infraestructura suficiente”. Esta falta de recursos dificulta la atención adecuada a los posibles migrantes deportados.
Moreno enfatizó la necesidad de una inversión inmediata en infraestructura básica. Señaló la urgencia de contar con:
- Más albergues
- Comedores públicos
- Programas de apoyo social
La propuesta del PRI demanda una estrategia integral que contemple no solo la atención inmediata, sino también la prevención a largo plazo. El partido insiste en la necesidad de un liderazgo firme y comprometido con la búsqueda de soluciones responsables y que protejan la estabilidad de las comunidades fronterizas.
Esta situación, sin duda, requiere una respuesta ágil y eficaz del gobierno mexicano. La presión social y las posibles consecuencias de una gestión deficiente, ponen en relieve la gravedad del asunto y la necesidad de acciones concretas en los próximos meses.