El impacto fue inmediato y devastador. En el condado de Brazoria, Texas, a unos 72 kilómetros al sur de Houston, se reportó una víctima mortal y cuatro heridos, según la oficina del Sheriff del condado. Imágenes en redes sociales muestran la fuerza del fenómeno, con un embudo de aire que causó daños considerables a varias viviendas en Katy, Texas, a unos 48 kilómetros al oeste de Houston. "Estaba durmiendo," comentó Toby Azemohor, residente de North Katy a click2houston.com, "De repente escuché la lluvia... cuando salí, mi auto estaba volcado."
La tragedia no se limitó a Texas. En Natchez, Mississippi, otra persona perdió la vida cuando un árbol cayó sobre una casa. El Servicio Meteorológico Nacional reportó al menos 19 tornados solo en Mississippi. El alcance de los daños es alarmante: más de 200,000 hogares y negocios se quedaron sin electricidad en Texas, Luisiana, Mississippi, Alabama, Georgia y Florida.
El caos no se limitó al suelo. El mal tiempo provocó un efecto dominó en el transporte aéreo. Casi 15,000 vuelos fueron cancelados o retrasados en todo Estados Unidos durante el fin de semana, según FlightAware. Los aeropuertos más afectados fueron los de Atlanta, Dallas/Fort Worth y George Bush Intercontinental de Houston.
La situación no mejoró en el oeste del país. El Centro de Predicción del Clima advirtió sobre una "masa de aire que traería fuertes lluvias y nevadas en gran parte del noroeste". Se pronosticaron ráfagas de viento de hasta 240 km/h en las elevaciones altas de la cuenca de Tahoe en California, y hasta 80 km/h en zonas más bajas. Se esperan fuertes lluvias desde San Francisco hasta Portland, Oregon, con hasta 15 centímetros de lluvia antes de fin de año y hasta 90 centímetros de nieve en el Lago Tahoe.
El Servicio Meteorológico emitió una advertencia sobre vientos dañinos que podrían derribar árboles y líneas eléctricas, dejando la posibilidad de cortes de energía generalizados.