Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur y designada por el expresidente Trump como secretaria de Seguridad Nacional, ha generado controversia con sus propuestas. Su audiencia de confirmación en el Senado estuvo marcada por declaraciones contundentes sobre su visión de la frontera sur.
Durante la audiencia, Noem no dudó en calificar la situación fronteriza como “una zona de guerra”, una descripción que ha desatado un intenso debate. Su plan incluye el polémico regreso del programa “Quédate en México”, según sus propias palabras: “El presidente y yo hemos hablado extensamente sobre esto y vamos a asociarnos al 100% para reinstaurar el programa de permanecer en México”.
Un punto crucial de su estrategia es la eliminación de CBP One, la aplicación móvil utilizada por la administración Biden para gestionar las solicitudes de asilo. Noem ha prometido que, de ser confirmada, “en el primer día CBP One será cerrada”. Esto, junto con la revisión de programas de permisos temporales, indica un giro radical en la política migratoria.
La experiencia previa de Noem enviando tropas de la Guardia Nacional a la frontera en tres ocasiones ha reforzado su imagen de líder con una postura firme. Sin embargo, sus afirmaciones sobre un aumento de la criminalidad vinculada a la inmigración irregular contrastan con estudios que indican tasas de criminalidad más bajas entre los inmigrantes que entre la población nacida en Estados Unidos.
Las preocupaciones no se limitan a la inmigración. Noem también criticó la gestión de la ciberseguridad de la administración Biden, acusándola de desviar recursos de la infraestructura crítica hacia la lucha contra la desinformación. “Están utilizando sus recursos de formas que nunca fueron previstas,” declaró Noem según Reuters.
Otro foco de atención es la lucha contra el tráfico de fentanilo. Noem planea revisar las leyes comerciales que facilitan la entrada de ciertos envíos de bajo valor con un menor control. La gobernadora también deberá manejar las tensiones internas del Partido Republicano, donde algunos sectores abogan por limitar aún más la inmigración legal.
El panorama es complejo. Mientras la administración Biden reporta cifras bajas en cruces irregulares (47,300 en diciembre, la cifra más baja desde mediados de 2020), Trump y su equipo insisten en la necesidad de medidas más enérgicas. La confirmación de Noem representará un cambio sustancial en la gestión de Seguridad Nacional, un departamento con responsabilidades que van más allá de la frontera, incluyendo la ciberseguridad, la respuesta a emergencias y la supervisión de la Guardia Costera y el Servicio Secreto. Como lo resume Theresa Cardinal Brown, experta en políticas de inmigración del Bipartisan Policy Center, “Solo significa que tendrán una curva de aprendizaje más grande y rápida”.