El foco está puesto en TikTok y la amenaza de una prohibición inminente. La fecha límite, el 19 de enero de 2025, se acerca rápidamente, producto de una ley firmada por la Administración Biden que obliga a ByteDance, la empresa matriz, a vender la aplicación o enfrentarse al veto total. ¿La razón? Preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con la posible compartición de datos de usuarios con el gobierno chino. El Tribunal Supremo de Estados Unidos ya ha dado su visto bueno a la prohibición, agudizando la crisis.
Ante este escenario, miles de tiktokers, especialmente los que no desean regresar a plataformas como Instagram y Facebook, buscan alternativas. Nombres como RedNote, Lemon8, Clapper, Flip y Fanbase empiezan a ganar terreno. Pero ¿qué ofrecen estas plataformas emergentes?
RedNote, de origen chino, se posiciona como una opción sólida, destacando la colaboración entre creadores. Lemon8, también china, fusiona la estética visual de Pinterest con la funcionalidad de TikTok e Instagram, ideal para contenidos de moda, belleza y gastronomía, entre otros.
Clapper apuesta por el contenido sin censura, mientras que Flip ofrece una plataforma para videos de formato largo, más elaborados. Finalmente, Fanbase se centra en la monetización directa, permitiendo a los creadores obtener ingresos a través de membresías, un atractivo incentivo en un panorama incierto.
La magnitud del problema es innegable. TikTok ostenta más de mil millones de usuarios activos a nivel mundial, y más de 170 millones solo en Estados Unidos. Figuras como Charli d’Amelio, con cerca de 152.8 millones de seguidores, encarnan la popularidad de la plataforma. La migración masiva de usuarios sugiere un cambio de paradigma; según Mael Vallejo, director de contenido de Capital Digital, las redes sociales tal como las conocemos han llegado a su fin. La disposición de los usuarios estadounidenses a sacrificar su privacidad antes que perder acceso a la plataforma, es un dato que no puede pasar desapercibido.
El futuro del contenido digital en Estados Unidos, y posiblemente a nivel global, se encuentra en un momento crucial, lleno de incógnitas y nuevas posibilidades. La migración ya comenzó, marcando un antes y un después en la era de las redes sociales.