La noche del miércoles, alrededor de las 6:19 p.m., un incendio de considerables proporciones arrasó un inmueble ubicado en Heath Ave., cerca de W. 230th St. 39 personas quedaron sin hogar, una cifra que refleja la devastación de la escena. Entre el caos y la emergencia, los bomberos del FDNY, mientras aseguraban la evacuación completa y combatían las llamas, realizaron un hallazgo sorprendente: un laboratorio ilegal de drogas en un apartamento del tercer piso.
"Como 15 minutos después de que llegué a casa, mi vecina… me dijo que había llamado al 911," relató Jocelina Molina, de 52 años, una de las afectadas que perdió su hogar en el cuarto piso. Molina describió la escena caótica de la evacuación y la desesperación por salvar a su familia. Según su testimonio, y el del superintendente del edificio, problemas eléctricos recurrentes podrían ser la causa del siniestro, aunque las investigaciones continúan.
Dos bomberos sufrieron heridas leves durante la intervención. Afortunadamente, todos los residentes lograron escapar con vida, aunque muchos perdieron todas sus pertenencias. La Cruz Roja brindó alojamiento temporal en un hotel, pero la incertidumbre sobre el futuro pesa sobre estas familias. La situación se complica aún más por el descubrimiento del laboratorio clandestino. Hasta el momento, no hay detenidos relacionados con este hallazgo.
El incidente destaca la vulnerabilidad de las familias de bajos recursos en la ciudad. La pérdida de sus hogares y pertenencias, sumada a la presencia desconocida del laboratorio de drogas, deja una profunda huella en la comunidad. El impacto de este evento va más allá del simple incendio, poniendo en relieve la complejidad de la vida en barrios marginados y la necesidad de atención a las condiciones de seguridad en edificios antiguos.
Los residentes, ahora desplazados, se enfrentan a la ardua tarea de reconstruir sus vidas, mientras las autoridades investigan tanto el origen del incendio como el funcionamiento del laboratorio ilegal, buscando respuestas que aún permanecen en las sombras del edificio carbonizado.