El foco de atención se centra en J.D. Vance, quien a sus 40 años, y tras un pasado como veterano militar, inversor de capital de riesgo y autor del exitoso libro de memorias “Hillbilly Elegy”, ha llegado a la vicepresidencia de Estados Unidos. Su trayectoria, sin embargo, está lejos de ser convencional. Nació en Middletown, Ohio, y su camino al Senado en 2022 estuvo impulsado por el respaldo de Donald Trump, un giro notable considerando su pasado "anti-Trump".
“Fue una figura destacada del movimiento ‘Nunca Trump’ en 2016, criticando abiertamente al entonces candidato republicano y sus políticas,” según reportes de CNN. De hecho, se dice que incluso llegó a considerar votar por Hillary Clinton. Este cambio de postura, marcado por la eliminación de publicaciones críticas en redes sociales, fue, según diferentes medios, vital para obtener el apoyo de Trump en las primarias republicanas de Ohio.
Pero la historia no se limita a la trayectoria política de J.D. Vance. Detrás de este ascenso se encuentra la figura de su esposa, Usha Vance (Chilukuri), una mujer cuya vida también es una historia de éxito y superación. Hija de inmigrantes indios, con un padre ingeniero mecánico y una madre bióloga molecular, Usha creció en un ambiente que valoraba la educación y el esfuerzo.
Su formación académica es impresionante: una licenciatura en Historia por Yale, una maestría en Historia Moderna Temprana en Cambridge (como becaria Gates) y un título en Derecho, también por Yale. Fue precisamente en Yale Law School, en 2010, donde conoció a J.D. Vance. "Ambos participaron en un grupo de discusión sobre el ‘declive social en la América blanca’", un tema que años más tarde influiría en el libro de J.D.
Usha Vance, descrita por algunos como una “anomalía genética” por su brillantez, no solo destacó académicamente sino que también por su generosidad. "Dedicaba tiempo a asesorar a sus compañeros sobre cómo postularse a los codiciados puestos de asistente judicial," según el profesor Charles Tyler, citado por la BBC. Además, trabajó como asistente judicial para figuras como Brett Kavanaugh y John Roberts. Hasta el verano pasado se desempeñó como abogada litigante en el bufete Munger Tolles & Olson.
La familia Vance, compuesta por J.D., Usha y sus tres hijos, Ewan, Vivek y Mirabel, ha enfatizado públicamente la importancia de un hogar amoroso y estable. Amigos cercanos afirman que su relación se basa en una asociación igualitaria, donde Usha es una consejera clave para J.D. Su historia es un ejemplo del “sueño americano”, un relato que trasciende lo político y se adentra en la esfera personal y familiar.
La celebración en Andhra Pradesh, India, por el ascenso de Usha a segunda dama, refleja la resonancia internacional de esta historia. Una historia que demuestra que el éxito, en todas sus facetas, a menudo es el resultado de la combinación de talento individual, perseverancia y el apoyo incondicional de un equipo cercano.