En las dos primeras semanas de un nuevo mandato presidencial, más de 5,500 migrantes fueron detenidos en operativos del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en diversas ciudades estadounidenses. El gobierno, en línea con su discurso de campaña, ha catalogado a estos migrantes como "criminales". Sin embargo, la realidad es más matizada.
La información oficial, difundida principalmente a través de la red social X, destaca 21 perfiles de los detenidos, muchos de ellos con nombres, apellidos y fotografías. Llama la atención que, salvo un caso de un migrante afgano, la mayoría de los perfiles "resaltados" por ICE son de origen latinoamericano. Esta estrategia de comunicación, difundiendo información de forma fragmentada y a través de diferentes canales, dificulta la obtención de una visión completa de la situación.
La falta de transparencia es evidente. Aunque ICE ha publicado cifras nacionales, no se ha proporcionado un desglose detallado por nacionalidad o ubicación de las detenciones. La información disponible proviene de comunicados dispersos de las oficinas regionales de ICE y reportes de medios locales. Por ejemplo, en Texas, solo se ha reportado oficialmente un número limitado de detenciones en el área metropolitana de Dallas, mientras que medios locales documentan arrestos en otras ciudades como San Antonio, Austin y Houston.
La presencia de figuras clave del gobierno en algunos operativos, como la del "zar de la frontera" Tom Homan en Chicago y la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem en Nueva York, ha dado mayor visibilidad a las acciones en estas ciudades. En Chicago, incluso se transmitieron en vivo partes de las redadas. En ambos lugares, las cifras de detenidos difieren entre los reportes oficiales y las informaciones de prensa local. Estas discrepancias subrayan la falta de una estrategia comunicativa coordinada.
El gobierno ha insinuado la posibilidad de ampliar la capacidad de detención, incluso considerando el uso de bases militares, incluyendo la construcción de un centro de detención en Guantánamo y el acondicionamiento de instalaciones en una base aérea de Colorado. Esta medida evidencia la magnitud del problema y la preparación para un incremento en el número de detenciones.
Si bien inicialmente se prometió que las detenciones se centrarían en personas con antecedentes penales violentos, la Casa Blanca ahora considera "criminales" a los más de 11 millones de personas que residen en EE.UU. sin documentación, simplemente por "violar las leyes migratorias". Información filtrada a NBC News revela que solo el 52% de los detenidos un día con mayor cantidad de arrestos tenían condenas previas. Además, se han reportado numerosos casos de detenciones erróneas de ciudadanos estadounidenses o personas con estatus legal.
Los reportes de abusos, como la detención de un ciudadano puertorriqueño en Nueva Jersey y la detención temporal de un hombre con visa U en Ohio, plantean serias preocupaciones sobre las prácticas de ICE y la necesidad de mayor transparencia y rendición de cuentas.