La tranquilidad se rompió el martes, con una operación a gran escala del FBI y el NYPD en el Diamond District de Manhattan. El objetivo: un negocio sospechoso de ser el centro de una red de distribución de bienes robados. Dimitriy Nezhinskiy y Juan Villar fueron los primeros en caer, arrestados y acusados de múltiples cargos relacionados con la compra y reventa de artículos de lujo robados.
Según la acusación, la pareja actuó como intermediarios para grupos de robo sudamericanos, "creando un mercado ilícito y alimentando la demanda de robos", en palabras del fiscal John Durham. Los fiscales detallaron una operación que se extendió entre 2020 y 2025, con una investigación encubierta que incluyó más de media docena de ventas de artículos robados a Nezhinskiy y Villar.
La conexión con los robos a casas de deportistas de élite es el hilo conductor de la investigación. Los fiscales vincularon a Nezhinskiy y Villar con, al menos, dos miembros del grupo que robó la casa del mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, el 9 de diciembre de 2024. Las pruebas, que incluyen registros telefónicos y videos de vigilancia, son contundentes.
Una búsqueda en una de las unidades de almacenamiento de Nezhinskiy reveló una colección impresionante de bienes robados:
- Bolsos de lujo
- Vinos de alta gama
- Recuerdos deportivos
- Joyas
- Obras de arte
- Herramientas para abrir cajas fuertes
Las implicaciones de esta investigación continúan desarrollándose, con los dos acusados enfrentando hasta 10 años de prisión si son declarados culpables. Mientras tanto, la incertidumbre persiste entre los atletas de élite, quienes ahora deben lidiar no solo con la presión de la competencia, sino también con una nueva amenaza en sus vidas privadas.