En el centro de esta controversia se encuentra Greg Abbott, gobernador de Texas, quien a sus 67 años ha adoptado una postura firme. Su estrategia, descrita por algunos como inflexible, implica un refuerzo significativo de las medidas de control migratorio en la frontera con México.
Una reciente alianza entre el gobierno de Texas y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha otorgado nuevas facultades a la Guardia Nacional estatal. Según declaraciones del propio Abbott a CBS News: “La administración Trump se puso en contacto conmigo... La Guardia Nacional... ahora ya la tienen gracias a este acuerdo”. Esta colaboración permite a la Guardia Nacional detener a inmigrantes indocumentados, ampliando sus atribuciones más allá de las funciones de apoyo que tenían anteriormente.
Abbott justifica estas medidas, argumentando la necesidad de blindar la frontera y deportar a los inmigrantes que carecen de estatus legal. Señala la falta de personal en agencias federales como ICE y la Patrulla Fronteriza como un problema heredado de administraciones pasadas. “Trump hereda un gobierno federal que carece de personal... Ahora, ya podemos asegurarnos de que... tendrán personal adicional”, afirmó Abbott.
Las acciones de Abbott van más allá de esta alianza. La Operación Lone Star, puesta en marcha por el gobernador, ha resultado en más de 530,800 detenciones y 50,470 arrestos por diversos delitos, según datos oficiales del gobierno de Texas. A esto se suma el controvertido traslado de inmigrantes a ciudades gobernadas por demócratas, una estrategia que busca presionar a la Casa Blanca para un mayor compromiso con la seguridad fronteriza.
El costo de estas operaciones es significativo. Abbott solicita un reembolso de $11,100 millones de dólares al gobierno federal, para cubrir los gastos asumidos por el estado y los contribuyentes de Texas. La situación plantea interrogantes sobre el impacto financiero a largo plazo y la sostenibilidad de estas políticas a nivel estatal.
La situación en la frontera entre Texas y México sigue siendo un tema dinámico, con implicaciones políticas y económicas de gran alcance. Los detalles de las nuevas medidas de Abbott, su impacto en la población y el debate sobre su financiamiento continúan en desarrollo.