El fenómeno de la 'crimigración': Cómo la criminalización de los inmigrantes afecta su pertenencia
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El presidente Donald Trump, durante su mandato, intensificó las medidas contra la inmigración irregular. Su administración, según informes de BBC News Mundo, deportó a numerosos inmigrantes colombianos, calificándolos de "criminales", a pesar de las declaraciones del gobierno de Gustavo Petro que negaban la existencia de antecedentes penales en Colombia o Estados Unidos. Esta narrativa, fuertemente impulsada desde la Casa Blanca por la secretaria de prensa Karoline Leavitt, quien declaró: "Es un gran cambio cultural en nuestra nación ver a alguien que viola nuestras leyes de inmigración como un criminal. Pero eso es exactamente lo que son," ha generado un profundo impacto.
Esta política no solo afecta a quienes han infringido la ley, sino también a aquellos que han intentado regularizar su situación a través de los cauces legales. La jurista Juliet Stumpf, profesora de la Lewis & Clark Law School (imagen cortesía de la universidad), acuñó en 2006 el término "crimigración" para describir este fenómeno. En una entrevista con BBC Mundo, Stumpf explicó: "Cuando criminalizamos a los inmigrantes, realmente empezamos a despojarlos de esa idea de membresía en Estados Unidos. La crimigración es una manera de hacer eso doblemente, por el lado penal y por el lado migratorio."
La crimigración, un término ampliamente aceptado en la academia (como lo demuestra la existencia de la Crimmigration Clinic en la Escuela de Derecho de Harvard), se analiza desde tres perspectivas:
La profesora Stumpf rastrea la evolución de esta convergencia hasta la Ley de Reforma y Control de Inmigración de 1986 (IRCA) y su impacto en las décadas posteriores, incluyendo la “Guerra contra las drogas” y sus consecuencias. Destaca el uso de la detención administrativa de inmigrantes en instalaciones que asemejan prisiones, un aspecto de la crimigración que impacta profundamente las vidas de las personas deportadas.
Finalmente, Stumpf relaciona el incremento de las mafias de tráfico de personas con la dificultad de cruzar la frontera legalmente, apuntando a las consecuencias no deseadas de las políticas de control migratorio. La imagen de inmigrantes esposados y encadenados camino a su deportación, según la académica, es un símbolo potente de la crimigración y cómo acciones administrativas se presentan como actos penales.