Red de tráfico sexual desmantela en Long Island: 12 implicados y una menor rescatada
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El caso comenzó con la desaparición de una joven de 14 años, quien estuvo 25 días ausente de su hogar en Long Island. Su familia, desesperada, recurrió a las redes sociales, ofreciendo una recompensa de hasta $15,000 por información. Un aviso anónimo, fruto de esta búsqueda desesperada, fue la clave para encontrarla a bordo de un yate atracado en Islip, el 3 de enero.
Tras el hallazgo, la investigación se intensificó, revelando una red mucho más compleja de lo inicialmente imaginado. Nueve personas, siete hombres y dos mujeres, han sido acusadas en relación con el caso. Entre los acusados se encuentran Daniel Burke y Ralph Knowles, ambos residentes de Long Island.
Los cargos en su contra son graves: tráfico sexual infantil, secuestro, violación y peligro para el bienestar de un menor. Los fiscales alegan que los acusados se aprovecharon de la vulnerabilidad de la adolescente, sometiéndola a múltiples violaciones y vendiéndola para explotación sexual. “Afortunadamente, nuestro sistema de justicia se basa en hechos y pruebas”, declaró Oscar Crisafio, abogado de Burke, en un comunicado que buscaba matizar las acusaciones. “Y la evidencia en este caso, en palabras de la denunciante, sugiere que ella nunca fue retenida contra su voluntad”. La defensa de Knowles, a través de su abogado Chase Brown, espera el desarrollo del proceso judicial para demostrar la inocencia de su cliente.
El caso no termina ahí. Además de los nueve acusados inicialmente, tres personas adicionales están involucradas. Destaca la acusación contra un miembro del personal de un centro de salud mental estatal, quien presuntamente abusó sexualmente de la menor durante su hospitalización posterior al incidente. Este individuo enfrenta cargos de contacto sexual delictivo con una persona incapaz de consentir y peligro para el bienestar de un niño.
Las comparecencias en el tribunal del condado de Suffolk en Riverhead dejaron claro la gravedad de la situación. Mientras algunos acusados permanecieron en prisión preventiva, otros vieron incrementadas sus fianzas. El proceso judicial continúa, revelando poco a poco la verdad detrás de este caso que ha conmocionado a la comunidad de Long Island y a la opinión pública.