DOGE despide y recontrata rápidamente a expertos en armas nucleares tras controveria
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El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encabezado por Elon Musk, ha sido el epicentro de este terremoto administrativo. Fuentes cercanas a la situación revelaron que el DOGE despidió, de forma abrupta, a entre 300 y 400 especialistas en armas nucleares de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA), perteneciente al Departamento de Energía.
La decisión, parte de una ola de despidos a nivel departamental, causó conmoción inmediata. "Estas personas probablemente nunca volverán a trabajar para el gobierno," comentó Jill Hruby, ex administradora de la NNSA durante la administración Biden. La gravedad de la situación radica en la naturaleza del trabajo de estos especialistas: poseen secretos de seguridad nacional altamente sensibles y requieren autorizaciones de alto nivel, un proceso de entrenamiento que puede durar hasta 18 meses.
Ante la magnitud del error, el DOGE se vio obligado a dar marcha atrás, intentando recontratar a los expertos despedidos. Sin embargo, la situación no se limita a la NNSA. La Administración de Pequeñas Empresas (SBA) experimentó una situación similar, con empleados despedidos, recontratados y despedidos nuevamente en cuestión de días, generando un caos administrativo sin precedentes.
Además de los especialistas nucleares, el DOGE también eliminó puestos relacionados con la ciberseguridad de la red eléctrica, programas de energía limpia y la administración de miles de millones de dólares en fondos federales para infraestructura energética. Estas medidas, consideradas por algunos como indiscriminadas, han generado preocupación entre expertos en seguridad nacional y energía, quienes advierten sobre las consecuencias a largo plazo.
Las acciones del DOGE bajo el mando de Musk continúan generando un debate acalorado en Washington, con críticos señalando los riesgos potenciales de una reestructuración tan radical y poco cuidadosa.
La situación plantea interrogantes sobre los métodos utilizados en la implementación de estas políticas de "eficiencia", y sobre el costo real de estas decisiones apresuradas en sectores tan sensibles como la seguridad nacional y la energía.