Texas y el debate sobre las 'ciudades santuario': Políticas migratorias restrictivas en juego
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El debate sobre las llamadas "ciudades santuario" ha tomado fuerza en los últimos años. Estas ciudades, municipios o estados se caracterizan por no colaborar activamente con el gobierno federal en acciones como redadas o deportaciones. Sin embargo, la situación en Texas es menos clara de lo que parece.
Aunque en el pasado algunas ciudades texanas fueron consideradas como "santuario", Texas no se considera actualmente un estado santuario. Metrópolis importantes como Dallas, Austin y San Antonio no tienen ese estatus. Esto implica que, si bien algunas comunidades latinas pueden tener sheriffs con posturas más bien contrarias a la cooperación con el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), el gobierno estatal tiene la potestad de reportar a individuos indocumentados a las autoridades federales.
Este cambio de postura se debe en gran medida a la colaboración establecida entre el gobernador Greg Abbott y la administración Trump. “Soldados de la Guardia Nacional de Texas y tropas del Departamento de estado realizan patrullas junto con las unidades de la CBP. Texas continúa trabajando con la administración Trump para mantener la línea y al estado seguro”, indicó Abbott recientemente.
Esta colaboración se refleja en acciones concretas. Por ejemplo, el 24 de febrero, el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) llevó a cabo un operativo en Colony Ridge, en colaboración con el entonces zar de la frontera, Tom Homan. Estas acciones parecen indicar una orientación hacia una política migratoria más restrictiva a nivel estatal.
Pero la situación no se limita solo a las redadas. Se rumorea que la administración Trump está desarrollando un centro de deportación en Fort Bliss, en el condado de El Paso, Texas, con capacidad para albergar hasta 10,000 inmigrantes indocumentados. Este centro busca paliar la falta de espacio en las instalaciones del ICE.
En resumen, la realidad migratoria en Texas es un panorama dinámico y cambiante, con una compleja interacción entre las políticas estatales y federales, lejos de las simplificaciones que a menudo se presentan en los medios.