Trump limita el acceso de la prensa a la Casa Blanca: Crisis libertad información
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Nicol Matuz ScottEl epicentro de la controversia reside en la selección de los periodistas que conforman el "pool" presidencial, ese reducido grupo con acceso privilegiado a Donald Trump. Hasta ahora, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), fundada en 1914, era la encargada de este proceso, "abogando por un mayor acceso para los cientos de periodistas que cubren la Casa Blanca," según sus propias declaraciones.
Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció un cambio radical: a partir de ahora, el Gobierno de Trump será quien decida quiénes integran este selecto grupo. Esta decisión, anunciada en una rueda de prensa, ha generado una ola de críticas y cuestionamientos sobre la transparencia y el libre acceso a la información.
Este cambio en el protocolo afecta directamente a la cobertura periodística de las actividades presidenciales. El "pool", generalmente conformado por 13 a 14 periodistas —incluyendo representantes de prensa escrita, radio y televisión— "actúa como los ojos y oídos del resto de reporteros," brindando un flujo constante de información al público.
La situación se complica aún más con el enfrentamiento entre la Administración Trump y la agencia Associated Press (AP). AP, por continuar utilizando el nombre tradicional del Golfo de México, en lugar del término "Golfo de América" impuesto por el gobierno, ha sido vetada del acceso al "pool". Esto ha derivado en una demanda interpuesta por la agencia, argumentando una violación a la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de prensa. Si bien un juez ha permitido que la prohibición continúe por el momento, ha solicitado al gobierno reconsiderar su decisión.
Los detalles sobre la implementación de las nuevas reglas aún son escasos, dejando a la comunidad periodística en espera de una mayor claridad sobre los criterios que se usarán para seleccionar a los reporteros que tendrán acceso al Presidente. La incertidumbre reina sobre cómo afectará esto la cobertura informativa y la capacidad de los medios para brindar al público una visión completa de las actividades de la Casa Blanca.
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