Huelga masiva paraliza la Universidad de California
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Leonora LagardaMás de 50,000 trabajadores, una cifra que sorprende incluso a los más habituados a las noticias del sector, han dejado sus puestos. Se trata de empleados de dos sindicatos principales: la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, del Condado y Municipales Local 3299 (AFSCME), con aproximadamente 37,000 trabajadores de servicios y atención al paciente, y el sindicato University Professional and Technical Employees-CWA Local 9119 (UPTE-CWA), que representa a casi 20,000 trabajadores sanitarios, de investigación y técnicos.
La raíz del problema? Salarios, escasez de personal y condiciones laborales. “Queremos un contrato justo,” afirma Jesse Hernández, uno de los trabajadores en huelga, reflejando el sentir general. La situación se agrava por el aumento del costo de vida en California, un factor que impacta directamente en la economía de estos trabajadores, muchos de los cuales, según Jeanette Obeji, otra trabajadora en huelga, viven al límite. “No tenemos paciencia para tener menos dinero en nuestros bolsillos,” comenta.
Los sindicatos acusan a la universidad de no negociar de buena fe, incluso alegando intentos de silenciar las protestas. Michael Avant, presidente de la AFSCME Local 3299, denuncia “acciones descaradamente ilegales de la UC que están interfiriendo con la libertad de expresión de los trabajadores.” La universidad, por su parte, rechaza estas acusaciones y asegura haber ofrecido aumentos salariales, incluyendo un incremento del 5% en 2025 y del 3% en los siguientes dos años, además de un salario mínimo de 25 dólares por hora para los empleados con salarios más bajos antes del 1 de julio. Sin embargo, la universidad se muestra "decepcionada" por la huelga y afirma que la idea de una crisis de personal es falsa.
La huelga, con duración de dos días para AFSCME y tres para UPTE-CWA, afecta a los 10 campus de la UC y a las instalaciones médicas, generando incertidumbre sobre el impacto en pacientes, estudiantes e investigaciones. La situación plantea interrogantes sobre la negociación colectiva y las condiciones laborales en el sector de la salud pública en un contexto de alta inflación.
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