Trump amenaza con destruir la industria automotriz de Canadá con aranceles

El foco de la controversia se centra en las tarifas impuestas por Canadá a la electricidad y ciertos productos agrícolas estadounidenses. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha reaccionado con contundencia, anunciando medidas que podrían tener consecuencias devastadoras para la industria automotriz canadiense.
“En breve declararé una emergencia nacional sobre la electricidad dentro del área amenazada. Esto permitirá a los Estados Unidos hacer rápidamente lo que se debe hacer para aliviar esta amenaza abusiva de Canadá,” declaró Trump a través de su plataforma Truth Social. Esta declaración, emitida el martes, no es un simple aviso; es una seria advertencia.
Las amenazas de Trump no se limitan a la declaración de emergencia. El presidente ha anunciado la intención de incrementar sustancialmente los aranceles a los automóviles canadienses que ingresen a Estados Unidos, alcanzando un 50% en el caso del acero y el aluminio. Esta medida, según Trump, podría significar el cierre permanente de la fabricación de automóviles en Canadá. “¡Esos automóviles se pueden fabricar fácilmente en los Estados Unidos!”, afirmó.
La magnitud del impacto potencial es considerable. En 2024, Estados Unidos registró un superávit comercial de 7,139 millones de dólares en su comercio automotriz con Canadá, con exportaciones estadounidenses de 63,835 millones de dólares y exportaciones canadienses de 56,696 millones de dólares. Este intercambio comercial, altamente integrado, se encuentra ahora en una situación incierta.
El contexto de estas medidas se complica aún más por la implementación del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), que ha modificado las reglas de origen para el comercio automotriz. Las discrepancias en la interpretación de estas reglas han generado conflictos, con un panel del T-MEC fallando a favor de México y Canadá, pero sin resolver completamente el conflicto. La situación se agrava con la imposición por parte de la provincia de Ontario de un recargo impositivo del 25% aproximadamente sobre la electricidad importada de Estados Unidos, lo que ha desencadenado la respuesta de Trump.
Por último, la escalada de tensiones no solo afecta al sector automotriz, sino que se extiende a otros productos clave, incluyendo productos lácteos, sobre los cuales Canadá impone aranceles de 250 a 390%, según las declaraciones de Trump. El panorama para las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Canadá, en este contexto, presenta una complejidad que requiere una estrecha observación.