Tragedia aérea en Washington: Proponen prohibir helicópteros tras fatal colisión

El foco se centra ahora en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington D.C., tras un trágico suceso ocurrido el pasado 29 de enero. Un informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), desvela detalles escalofriantes sobre la colisión entre un avión comercial y un helicóptero del Ejército.
El accidente, que dejó un saldo de 67 víctimas fatales —64 pasajeros del Bombardier operado por una subsidiaria de American Airlines y tres militares a bordo del helicóptero Black Hawk— se ha convertido en la peor catástrofe aérea en Estados Unidos desde el año 2001. "Con el agua en temperaturas en torno a los 2ºC, las posibilidades de sobrevivir en el río eran muy escasas", comentó una fuente cercana a la investigación, resaltando la magnitud de la tragedia.
El avión, proveniente de Wichita, Kansas, se encontraba en su aproximación final cuando se produjo el impacto sobre el río Potomac. El helicóptero, según un vocero militar, realizaba un "vuelo de entrenamiento, una evaluación nocturna anual obligatoria", con una tripulación considerada "bastante experimentada" y equipada con gafas de visión nocturna, según declaraciones del Secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Las grabaciones de la comunicación entre el control aéreo y el helicóptero revelan un intercambio tenso. Se escuchan las repetidas preguntas de los controladores: "¿Tiene a la vista al avión de pasajeros?", seguidas de la instrucción "pase por detrás del avión", justo antes del fatídico choque. Un escalofriante "Acabo de ver una bola de fuego y desapareció", cierra la transmisión, dejando una huella imborrable de los momentos finales.
Ante esta situación, la NTSB emitió recomendaciones de seguridad urgentes, entre las que destaca la prohibición de operaciones de helicópteros cerca del aeropuerto cuando las pistas 15 y 33 estén en uso. Se propone, además, la designación de una ruta alternativa para estas aeronaves. La presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, declaró: "Creemos que un problema crítico de seguridad debe abordarse sin demora".
La propuesta de la NTSB no solo aborda la seguridad aérea, sino que también considera el impacto de las actuales operaciones, como las suspensiones de vuelos durante los desplazamientos del helicóptero presidencial Marine One, generando retrasos.
Los detalles del informe preliminar, la complejidad de la investigación y las posibles consecuencias de estas recomendaciones, prometen mantener la atención pública fija en este caso por mucho tiempo.