Aterrizaje de emergencia en Houston: Piloto evita tragedia

Poco antes de las 9 p.m., en la intersección de Fidelity y Yuma Streets, cerca del I-610 East Loop, un avión monomotor protagonizó un aterrizaje de emergencia que paralizó el vecindario. A bordo, solo dos ocupantes: un piloto y un estudiante.
Según el teniente del HPD, Larry Crowson, se trataba de un vuelo de entrenamiento con destino a Galveston y el oeste de Houston. "Habían elegido un lugar para aterrizar en caso de problemas. Implementaron ese plan aquí en la carretera. Afortunadamente, no había autos en la carretera. Pudieron evitar muchos cables eléctricos", explicó Crowson, destacando la planificación y la suerte que acompañó la maniobra.
La pericia del piloto fue decisiva. Ante la falla del motor, logró realizar un aterrizaje controlado en una calle residencial, evitando daños mayores y, lo más importante, sin causar heridos. La policía de Houston calificó el incidente como "extremadamente afortunado", un eufemismo para describir la precisión y el temple demostrado en una situación límite.
Los vecinos, inicialmente impactados por el evento, expresaron su alivio y asombro. La escena, inusual e inesperada, rápidamente se convirtió en un tema de conversación, una anécdota que seguramente se recordará por años en la zona. La rapidez y la eficiencia de las autoridades, junto con la preparación del equipo de vuelo, evitaron una catástrofe potencial.
El incidente, aunque impactante, quedó como una prueba fehaciente de que la planificación y la rápida reacción ante imprevistos pueden marcar la diferencia entre un accidente y un final exitoso, incluso a baja altura sobre una calle del este de Houston.