Indignación: Padres castigan a hija con cartel humillante en Indiana

El foco se centra en Cody Scott, agente de policía de Logansport, y su esposa, Kylie Scott. No se trataba de una simple reprimenda. El 19 de enero, con una temperatura apenas superior a los -7°C, su hija de seis años fue vista por un testigo parada en la calle, sujetando un cartel con una escalofriante inscripción: "Quiero apuñalar y matar a mi hermano. Incluso tomo un antipsicótico. Si necesitan dar piedad, dásela a las víctimas."
La llamada al 911 desencadenó una investigación que reveló una realidad mucho más compleja. Las imágenes de la cámara corporal del oficial Scott muestran una conversación con el testigo, donde el agente, lejos de mostrar arrepentimiento, intentó minimizar la situación: "Sí, ella sale cada 30 minutos y vuelve a entrar cada 10 minutos para calentarse." Su justificación, cargada de frustración, incluía las supuestas amenazas de la niña y un historial de problemas de conducta.
Pero la historia no termina ahí. A la luz de la investigación, se desveló que este no fue un incidente aislado. Según declaraciones de la trabajadora social de la menor, la niña había sido obligada anteriormente a llevar carteles con mensajes humillantes a la escuela y a un Walmart. Ejemplos como "Orino en todo y lo tapo como un gato" y "Miento para lastimar a los demás", revelan una práctica de castigo aparentemente sistemática y degradante.
La declaración de la esposa, Kylie, señala que el cartel del 19 de enero fue una respuesta al berrinche de la niña por no poder usar brillo labial. Este detalle, aunque aparentemente trivial, ilustra la falta de control emocional y la utilización de métodos de castigo que claramente exceden los límites de lo aceptable.
La gravedad de la situación llevó a la Junta de Obras Públicas de Logansport a suspender a Cody Scott sin goce de sueldo mientras se lleva a cabo la investigación. El jefe de policía declaró que la investigación fue entregada a la policía estatal de Indiana "en cuestión de horas" tras el incidente, evidenciando la seriedad con la que se está abordando el caso. Los cargos presentados en contra de ambos padres son de dos delitos graves de negligencia infantil, un reflejo de la magnitud del presunto abuso.
El caso, aún en desarrollo, plantea interrogantes sobre la crianza de los hijos y la necesidad de buscar alternativas a métodos de disciplina que atenten contra el bienestar físico y emocional de los menores. La repercusión mediática y la condena social son un recordatorio de la importancia de la protección de los niños en todos los ámbitos.