León marino ataca a cadete de salvavidas en Long Beach

La escena transcurría frente a la torre de salvavidas en el 2100 de Ocean Boulevard, un punto familiar para la joven. Pero el tranquilo escenario se quebró repentinamente. “De repente, sentí que algo me mordía el brazo”, recuerda Phoebe, describiendo el pánico que la invadió al sentir los dientes del agresor.
No fue un tiburón, como inicialmente se pensó. La culpa la tuvo un león marino, uno de esos imponentes animales que pueden llegar a medir hasta 1.8 metros y pesar 317 kilos. Su madre, Bibi Beltrán, presenció la escena desde la playa: “Vi algo salir, como una aleta, y alguien gritó: ‘¡Tiburón!’”, explicó, describiendo el caos y el terror que se apoderó de la escena.
El ataque dejó a Phoebe con varias mordeduras y arañazos en el brazo y la mano. Afortunadamente, más allá de la hinchazón y los moretones, sus heridas no fueron graves. Los socorristas actuaron con rapidez, rescatándola del agua y llevándola a emergencias. La reacción rápida de los presentes evitó una tragedia. "Es una idea aterradora", confesó su madre, "Podría haberse hundido. Pensé lo peor".
El incidente, aunque impactante, no ha desanimado a Phoebe. A pesar del susto, la joven planea retomar su entrenamiento para cadetes de salvavidas una vez que se recupere por completo. Su amor por el océano permanece intacto: "Me encanta la playa. Me encanta el océano. Me encanta nadar", afirma con determinación.
Expertos señalan un factor preocupante: la creciente agresividad de los leones marinos en el sur de California, posiblemente relacionada con la ingesta de algas tóxicas. Ante un encuentro con estos animales, recomiendan alejarse lentamente, evitar el contacto visual y no realizar movimientos amenazantes. Para reportar avistamientos de mamíferos marinos enfermos o varados, las autoridades recomiendan llamar al 1-800-39-WHALE.
El incidente resalta la importancia de la precaución en el mar y la necesidad de estar informados sobre las posibles amenazas, incluso en entornos aparentemente seguros. La rápida respuesta de los socorristas y la resiliencia de Phoebe ilustran la fuerza humana ante la adversidad.