Hermanos Menéndez: Nueva audiencia reaviva el debate sobre su condena

En el centro de este drama se encuentran Erik y Lyle Menéndez, dos hermanos condenados a cadena perpetua en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Mary "Kitty" Menéndez, en su mansión de Beverly Hills. Tenían 18 y 21 años, respectivamente, cuando cometieron el crimen, una realidad que añade una capa extra de complejidad a la narrativa.
Este viernes, una audiencia virtual, extendida por varias horas, reavivó el debate. Todo giraba en torno a una moción de resentencia, inicialmente presentada por el exfiscal George Gascón, que buscaba rebajar la condena a 50 años con posibilidad de libertad condicional. Un cambio significativo que ha desatado una tormenta perfecta de argumentos legales y acusaciones cruzadas.
La defensa, liderada por el reconocido abogado Mark Geragos, insiste en la teoría de la "defensa propia tras años de abusos sexuales por parte del padre". "Una verdad silenciada durante décadas," asegura Geragos. Sin embargo, la fiscalía, ahora bajo el mando de Nathan Hochman, se mantiene firme en su postura original: un crimen premeditado, motivado por la codicia de una millonaria herencia.
El cambio de fiscalía, de Gascón a Hochman, ha sido un punto de inflexión. Hochman, con una postura mucho más dura, busca anular la moción de resentencia, argumentando que los hermanos "no han mostrado un reconocimiento pleno y responsable de su crimen." La discrepancia es abismal.
La audiencia estuvo plagada de tensión. El fiscal adjunto Habib Balian presentó videos de los juicios originales, resaltando contradicciones en las declaraciones de los hermanos. Describió su testimonio como "un búnker de mentiras y engaños". Incluso se presentaron notas de un psiquiatra que apuntan a un móvil económico. Geragos, por su parte, calificó la presentación de la fiscalía como "un espectáculo irrelevante", criticando la inclusión de una fotografía de los cuerpos de las víctimas como una forma de revictimización.
La familia Menéndez y la nueva fiscalía se encuentran enfrascados en una batalla legal llena de acusaciones de parcialidad y represalias. Anamaria Baralt, prima de los hermanos, ha denunciado "vendettas personales" por parte del nuevo fiscal. Mientras tanto, quedan otras vías legales abiertas, incluyendo una solicitud de clemencia al gobernador Gavin Newsom y una petición de habeas corpus. La audiencia definitiva está programada para el 13 de junio.
El futuro de Erik y Lyle Menéndez, atado a las complejidades del sistema judicial estadounidense, permanece incierto, dejando un halo de incertidumbre sobre el desenlace de este caso que ha marcado un antes y un después en la historia del crimen mediático.