Gobierno de Trump exige a 'ciudades santuario' modificar políticas para cumplir leyes migratorias

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), bajo la administración Trump, ha publicado una lista de más de 500 "ciudades santuario". Estas localidades, que incluyen ciudades, condados y estados, son acusadas de obstruir la aplicación de las leyes federales de inmigración. La lista, publicada en el sitio web del DHS, detalla las entidades consideradas incumplidoras, y cada una recibirá una notificación formal indicando la situación.
Según la Secretaria del DHS, Kristi Noem, "Estos políticos de las ciudades santuario están poniendo en peligro a los estadounidenses y a nuestras fuerzas del orden para proteger a delincuentes extranjeros ilegales violentos". Noem enfatizó la prioridad de la seguridad del pueblo estadounidense y advirtió a estas localidades: "cumplan con la ley federal".
La administración Trump exige a estas ciudades que modifiquen sus políticas para alinearlas con las leyes federales de inmigración. Entre los factores considerados por el DHS para incluir a una localidad en la lista se encuentran: su auto-identificación como jurisdicción santuario, el grado de cooperación con las autoridades federales, restricciones para compartir información con las autoridades migratorias, y la existencia de protecciones legales para personas sin permiso en el país.
El zar de la frontera, Tom Homan, ha declarado que ninguna ciudad santuario será inmune a las deportaciones. La orden ejecutiva firmada por Trump el 28 de abril faculta a los departamentos y agencias federales a identificar y suspender o cancelar fondos federales a las ciudades consideradas "santuario". Si estas localidades continúan en "desobediencia", se implementarán "medidas legales y de cumplimiento".
Cabe destacar que no existe una definición legal precisa de "ciudad santuario". El término se usa para referirse a entidades que limitan su cooperación con las autoridades migratorias federales, priorizando la seguridad y el bienestar de todos sus residentes, incluyendo a los inmigrantes. Esta situación genera un complejo debate sobre la aplicación de leyes federales y los límites de la autoridad local en materia de inmigración.
La controversia se centra en el equilibrio entre la aplicación de la ley federal y la autonomía local, generando una situación con implicaciones de gran alcance para el futuro de las relaciones entre el gobierno federal y las comunidades locales en Estados Unidos.