Vuelos de deportación de EEUU operan en secreto con códigos falsos y registros bloqueados

Detrás de esta opacidad están los vuelos de deportación de ICE, que alcanzaron niveles récord en julio con 1,214 vuelos documentados, según datos recopilados por Tom Cartwright, exempleado de J.P. Morgan que monitorea estas operaciones desde 2020. "ICE hace todo lo posible para difuminar la línea entre actividad gubernamental y comercial", advierte Guadalupe González, de La Resistencia, en declaraciones a AP.
Mientras, en el Departamento de Seguridad Nacional se discute una medida radical: que ICE adquiera su propia flota de 30 aviones, según filtraciones a NBC. Jason Houser, exjefe de gabinete de ICE, calcula que esto duplicaría las deportaciones mensuales (actualmente 15,000) y costaría entre $2,400 y $12,000 millones, incluyendo pilotos y mantenimiento.
Human Rights First heredó el proyecto de Cartwright, ahora llamado ICE Flight Monitor. Uzra Zeya, su directora, lo define como "un contrapeso necesario ante la opacidad gubernamental". Sin embargo, cada nuevo avión que desaparece de los radares públicos sugiere que la batalla por la transparencia apenas comienza.