Caída del 19% en estudiantes internacionales golpea universidades de EE.UU.

Detrás de los números hay historias como la de una estudiante sudamericana de primer año en la Universidad de California-San Diego (UCSD), quien prefirió guardar su identidad. "Quería estudiar aquí porque las oportunidades para mujeres como yo son limitadas en mi país", confesó. Aunque su visa estudiantil llegó sin mayores obstáculos, su caso es la excepción.
Gaurav Khanna, profesor de economía en UCSD, no disimula su preocupación: "Esto no es solo un problema universitario. Cada estudiante internacional que falta representa ingresos perdidos, recortes en investigación y, al final, mayor carga económica para los alumnos locales". La ecuación es simple: menos dinero extranjero equivale a colegiaturas más altas para los estadounidenses.
Mientras las universidades ajustan sus presupuestos, el debate sobre el valor de los estudiantes extranjeros sigue abierto. No son solo dólares en riesgo, sino también ideas, innovación y esa mezcla cultural que durante décadas definió a las aulas estadounidenses.