Trump en la ONU: respaldo a Ucrania oculta distanciamiento estratégico

Detrás de las palabras de Trump, hay señales de un distanciamiento estratégico. Fuentes cercanas a la Casa Blanca revelan que el mandatario, frustrado por no lograr avances en las negociaciones con Vladimir Putin, estaría reduciendo su involucramiento. "No hay nuevos compromisos militares ni sanciones adicionales", confirma un funcionario bajo condición de anonimato.
Armamento, inteligencia y financiamiento —los tres pilares que sostienen la resistencia ucraniana— dependen cada vez más de Europa. Laura Cooper, exfuncionaria del Pentágono, lo resume así: "Sin el liderazgo de EE.UU., la OTAN pierde músculo disuasivo".
Mientras tanto, en Washington, republicanos como Mitch McConnell intentan equilibrar la balanza. En un comunicado, el senador aplaudió el "apoyo verbal" de Trump, pero criticó las restricciones impuestas por el Departamento de Defensa a programas de entrenamiento militar. La paradoja es clara: "Hablar de victoria mientras se reduce la ayuda es como acelerar con el freno puesto", comenta un asesor legislativo.
Lo único seguro, coinciden los observadores, es que Putin mide acciones, no palabras. Y hasta ahora, los movimientos reales —desde la disminución de envíos de armas hasta la ausencia de nuevas sanciones— pintan un escenario muy distinto al que sugiere la retórica.