México, DF
La tercera oleada de incrementos de precios de granos podría repercutir entre la población mexicana.
El secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), Federico Ovalle Vaquera y el integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, José Luis Calva, alertaron sobre una tercera oleada de incrementos de precios internacionales de granos que repercutirá entre la población mexicana con alzas en precios en el kilogramo de tortilla, pan y frijol.
En conferencia de prensa para presentar la publicación del libro “Políticas Agropecuarias, Forestales y Pesqueras”, Calva y Ovalle coincidieron que en 2012 el gobierno federal destinará 30 mil millones de dólares para importar alimentos, lo que representa tres mil millones más que lo que asignó el año pasado para igual fin.
Federico Ovalle Vaquera dijo que ante la eventual alza de precios de alimentos, las personas con menores ingresos destinan el 40% de su ingreso para la compra de básicos, porcentaje que aumentará dado los nuevos precios.
José Luis Calva, afirmó que en los últimos 30 años de aplicarse el modelo neoliberal los salarios mínimos generales perdieron su poder adquisitivo en un 71% y señaló que los salarios de los contratos colectivos de trabajo en México perdieron el 63.5% de su poder de compra en las últimas tres décadas.
Para el líder de la CIOAC, no hay certeza en la producción de alimentos y se requiere garantizar la seguridad y soberanía alimentaria en el país a fin de aminorar el impacto negativo del incremento de precios de granos básicos en el mercado internacional.
“Ante esta situación y la coyuntura que vivimos en el país del cambio de gobierno que recaerá en Enrique Peña Nieto, requerimos claridad y certeza para alcanzar la soberanía alimentaria”, destacó Ovalle Vaquera.
José Luis Calva, explicó las causas de la carestía alimentaria en los mercados internacionales y que son de carácter estructural y seguirán presentes en el futuro.
Principalmente por la creciente demanda de alimentos y materias primas agrícolas de las economías emergentes; la producción de biocombustibles; el cambio climático; y la virulenta especulación financiera en los mercados de futuros de productos agrícolas, la conjunción de estos para configurar la tormenta perfecta en los mercados de alimentos básicos, expuso el investigador de la UNAM.
Resaltó que el encarecimiento de los alimentos importados se transmitió al consumidor en México, trayendo consigo un dramático incremento de la indigencia, también denominada “pobreza Alimentaria”, definida como insuficiencia de ingresos para adquirir la canasta alimentaria básica aún si se destinara el 100% del ingreso familiar exclusivamente a la compra de comida.