Wolfsburg.
Su nuevo presidente ejecutivo admite que la marca enfrenta pérdida de confianza y de acciones.
El nuevo presidente ejecutivo de Volkswagen, Matthias Müller, advirtió el martes a su personal que se prepare para “masivos recortes” en respuesta al escándalo de emisiones de gases en vehículos diésel que ha afectado las acciones y la reputación de la compañía.
En declaraciones a sus empleados en la sede principal de Volkswagen en Wolfsburg, Müller, que reemplazó a Martin Winterkorn a fines del mes pasado, dijo que todos los planes de inversión de la compañía serán revisados y que se acelerará un actual programa de recorte de costos, advirtiendo que “esto no será fácil”.
Se trata de la primera vez que la empresa reconoce que la crisis sobre las emisiones de gases en autos de Volkswagen, que estremeció a toda la industria automotriz, podría llevar a un significativo recorte de empleos en la compañía, que emplea a casi 60,000 trabajadores en su fábrica principal, alrededor del 10 por ciento de su fuerza laboral global.
“Necesitamos hacer masivos recortes a fin de manejar las consecuencias de la crisis”, dijo Müller a más de 20,000 trabajadores, según un documento publicado por Volkswagen.
“Las soluciones técnicas a los problemas están a la vista. No obstante, las consecuencias empresariales y financieras todavía no son claras”, sostuvo, al agregar que VW revisará todos sus planes de inversión.
“Lo que no sea inmediatamente necesario será eliminado o retrasado”, dijo Müller. “Y por ende ajustaremos nuestro programa de eficiencias. Seremos muy abiertos: esto no será fácil”, dijo.
Los trabajadores que asistieron a la reunión usaron camisetas con la consigna “un equipo - una familia” y sostuvieron pancartas que leían “somos Volkswagen”.
Más temprano, Bernd Osterloh, el influyente jefe del consejo laboral de Volkswagen, dijo que el escándalo impactaría en las ganancias de la división principal de automóviles así como en el pago de bonos a los empleados.