Música latina en EU: éxitos récord, pero artistas cancelan giras por clima político

"Hubo muchas razones por las que no me presenté en Estados Unidos", confesó Bad Bunny en una entrevista reciente. El reguetonero boricua, uno de los artistas más influyentes del momento, decidió excluir al país de su gira global. La razón: el temor a que sus seguidores enfrentaran redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en las inmediaciones de sus conciertos.
La situación escaló cuando el Tribunal Supremo avaló la reanudación de operativos migratorios en California, una medida impulsada por la administración de Donald Trump. Esto no solo afectó a los fanáticos, sino también a los propios artistas:
Pero más allá de las cifras, hay un costo humano. "Es doloroso de ver", dijo Shakira en una entrevista con la BBC. "Ser inmigrante en Estados Unidos significa vivir con miedo constante". Este miedo ha permeado en la asistencia a eventos, con reportes de baja venta de boletos en comunidades donde antes los conciertos se agotaban en horas.
Incluso artistas que mantuvieron sus shows, como Fuerza Régida, destinaron parte de sus ganancias a apoyar causas migrantes. "Es una situación jodida, pero estamos aquí para ayudar", admitió Jesús Ortiz Paz, líder de la agrupación. Mientras tanto, sellos discográficos y promotores ajustan sus estrategias ante un panorama que, lejos de mejorar, parece volverse más complejo.
El impacto trasciende lo musical. Barrios enteros han visto caer la actividad económica, desde restaurantes hasta pequeños comercios que dependían del flujo de conciertos. Y con la amenaza de aranceles sobre productos culturales, la industria enfrenta un futuro incierto en el que la música, aunque más popular que nunca, podría terminar siendo otra víctima colateral de la polarización.