Un informe de la Red Sin Violencia reveló un preocupante incremento del 5.5% en los delitos contra personas LGBT, con 364 muertes registradas en diez países de la región. Ecuador, Perú y Guatemala se perfilan como los epicentros de esta violencia, mostrando un alza en los casos del 144.4%, 63.6% y 34.5%, respectivamente.
Aunque México y República Dominicana muestran una disminución en los números, persiste la incertidumbre sobre si estas reducciones son realmente un reflejo de una menor violencia o simplemente una mayor invisibilidad de los casos. La impunidad, la falta de acceso a la justicia y la ausencia de mecanismos de protección efectivos son factores que contribuyen a este panorama desolador.
Las mujeres trans, particularmente en Ecuador, Perú y México, enfrentan una vulnerabilidad extrema, siendo las principales víctimas de esta violencia. En Ecuador, el 81.8% de las personas LGBT fallecidas en 2023 eran mujeres trans, un reflejo de su precaria situación socioeconómica y su mayor exposición a actividades forzadas.
En contraste, en El Salvador, Guatemala y Colombia, los hombres cisgénero gays y bisexuales son las principales víctimas, con los incidentes frecuentemente asociados a robos y conflictos personales.
Esta ola de violencia tiene repercusiones profundas en la participación política y la cohesión social de la comunidad LGBT. La discriminación y los discursos de odio, especialmente durante las campañas electorales, obstaculizan la participación cívica y la integración social de las personas LGBT, afectando la democracia y la construcción de una sociedad inclusiva en la región.