La noticia fue confirmada por el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, quien lo despidió a través de sus redes sociales.
"Con profundo dolor despido a mi querido amigo Alfredo Cahe, reconocido por sus cualidades profesionales y humanas. Quedará para siempre en mi recuerdo su labor médica y su apoyo anímico y solidario para superar adversidades, al igual que sus valores en la amistad que supimos construir. Un abrazo fraterno para sus hijos, nietos, familiares y amigos", escribió Scioli en Instagram.
Cahe, quien nació en Santos Lugares y se recibió en la Universidad de Buenos Aires, se definía como un "futbolero de alma, aburrido y apasionado por la música". En una entrevista, confesó que se consideraba un pianista frustrado, un pasatiempo que disfrutaba en su infancia.
Su vínculo con Diego Maradona comenzó en 1977, cuando el Diez tenía solo 16 años. Jorge Cyzterpiller, su primer representante, lo llevó al consultorio de Cahe para que le recetara vitaminas. Desde entonces, acompañó a Maradona en los momentos más difíciles de su vida, siendo el médico al que el astro le confesó su adicción a las drogas, con quien realizó tratamientos para superar el consumo, y quien lo acompañó en sus internaciones de urgencia en Punta del Este en el 2000 y en la Suizo Argentina en 2004. Su vínculo terminó en 2007.
En 2020, Cahe volvió a ser noticia cuando aseguró que la muerte de Maradona fue, en realidad, un suicidio. "La última vez que lo vi a Diego vivo fue en la clínica Olivos. Estaba prácticamente dopado y dormido, no pude hablar ni con él, ni con la psiquiatra, ni con el psicólogo. Inmediatamente se me cerraron las puertas", declaró en ese entonces.
Cahe no solo fue el médico de cabecera de Maradona. También lo fue de otras celebridades como Enzo Viena, Irma Roy, Alejandra Pradón y Susana Giménez. Esta última le regaló un piano que, según dijo Cahe, le gustaba tocar.
Además de acompañar a Maradona en sus momentos más desafiantes, Cahe también estuvo presente en la vida de otras celebridades, como Susana Giménez, a quien asistió durante su operación de cadera en 2009, y Cacho Castaña, a quien acompañó en sus últimos años, los más difíciles para su salud.