El presidente Andrés Manuel López Obrador, en un tono contundente, declaró que el ejercicio del poder sin la participación del pueblo "ya se fue al carajo". Con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, a su lado, proclamó que su gobierno ha logrado instaurar una "auténtica democracia" en México, donde "el que manda es el pueblo".
Durante su discurso, López Obrador se mostró orgulloso del movimiento de transformación que ha encabezado, en el que, según él, han participado millones de mexicanos. Destacó dos logros que le generan satisfacción: el crecimiento económico del sureste del país, que ahora supera al del norte, y la reducción de la pobreza y la desigualdad en México, algo que no se veía en décadas.
"Cómo no voy a estar contento si fueron 50 años de lucha, dale y dale por todo el país. No es para presumir, sino nada más para que se tenga una idea de lo que ha significado este trabajo, soy el único mexicano que conoce todos los municipios de México", agregó el presidente.
El mandatario hizo énfasis en la participación ciudadana como pilar fundamental de su gobierno, asegurando que esta ha sido la clave para alcanzar los logros mencionados. Sin embargo, no ofreció detalles específicos sobre las políticas implementadas para lograr estos resultados, ni mencionó las críticas que ha recibido por parte de algunos sectores de la sociedad.
El discurso de López Obrador, pronunciado en el marco del cierre de su gobierno, se centró en la construcción de un legado político basado en la participación popular y la transformación social.