La fortaleza del peso mexicano, un sello distintivo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador durante la segunda mitad de su sexenio, ha experimentado un desplome en las últimas semanas. Este declive, que ha generado incertidumbre en el mercado financiero, se ha atribuido a factores como la reforma al Poder Judicial y las próximas elecciones en Estados Unidos.
El presidente López Obrador recibió el peso mexicano a 20.30 pesos por dólar el 3 de diciembre de 2018. Los primeros años de su gestión se vieron marcados por desafíos como la pandemia de COVID-19, que llevó al peso a su peor momento, alcanzando las 25.1185 unidades por dólar el 24 de marzo de 2020.
Sin embargo, la moneda se recuperó gracias a las consecuencias positivas de la pandemia, como la relocalización de empresas, conocida también como Nearshoring. Este fenómeno atrajo a empresas de todo el mundo que buscaban instalar fábricas y naves industriales en México, generando una mayor demanda por la moneda nacional.
El mejor momento para el peso mexicano frente al dólar se registró entre abril y mayo de este año. El 8 de abril marcó el mejor día para la moneda durante el sexenio de López Obrador, cerrando con un tipo de cambio de 16.3357 unidades por dólar, después de una racha positiva de apreciación.