No se trata de un accidente ni de un congestionamiento, sino de una peculiar protesta protagonizada por un grupo de trabajadores del Poder Judicial de la Federación.
Con dos camiones y 13 vehículos particulares, alrededor de 40 personas se apostaron en la caseta de peaje, pero no para exigir pagos, sino para dar paso libre a los automovilistas con dirección a Morelos.
Su objetivo: manifestarse en contra de la Reforma Judicial. El inusual escenario, donde la protesta se traduce en un gesto de apoyo al tránsito, convierte a la caseta de peaje en un punto de encuentro entre la disidencia y la solidaridad.
A distancia, personal de la Guardia Nacional observa la situación, mientras el avance en la zona se mantiene constante y, por el momento, no se reportan cierres a la circulación en este acceso a la Ciudad de México.